Se trata de un cuadro clínico crónico y multisintomático, producido por una elevación patológica de la histamina, que afecta a diferentes órganos y funciones del cuerpo. Como los síntomas son muy variados y parecen inconexos, estos pacientes pueden estar “peregrinando” por diferentes especialistas durante años. A veces, recibiendo un tratamiento diferente para cada grupo de síntomas que presenta, sin que se produzca una mejoría a largo plazo.
En ocasiones, terminan tomando tal cantidad de medicamentos químicos que agrava el estado del paciente por los efectos secundarios que producen sobre el aparato digestivo y el organismo en general.
La incidencia de este síndrome está aumentando cada día.
Causa: INTOLERANCIA A ALGÚN ALIMENTO
El aparato digestivo de algunas personas no termina de digerir las proteínas de ciertos alimentos, probablemente por una falta de maduración o insuficiencia del mismo. Se produce una intolerancia a algún alimento, quedan “trozos de proteínas” que intentan pasar hacia el interior del organismo, pero quedan retenidas en la mucosa de la barrera intestinal.
Estas proteínas incompletamente digeridas van produciendo una excitación continua del sistema inmune que reaccionan liberando histamina.
El aumento de la histamina de forma permanente produce síntomas digestivos que se van agravando. Como la persona sigue consumiendo esos alimentos, después de un tiempo, la histamina se eleva tanto que afecta a otros órganos y funciones del cuerpo y van apareciendo todos los síntomas que describiremos más adelante.
- Síntomas digestivos.
Son los primeros síntomas que aparecen
y normalmente los primeros que desaparecen, indicando esto que
el tratamiento está siendo efectivo y vamos por buen camino.
– Gases
– Hinchazón abdominal
– Digestiones pesadas y lentas
– Estreñimiento
– Diarreas
- Dolores de cabeza de cualquier tipo.
- Fatiga muscular crónica.
- Olvidos momentáneos de cosas recientes.
- Disregulación de secreciones: boca seca, o babeo nocturno que moja la almohada, o lágrimas espontaneas.
- Rechazo espontaneo al consumo de leche.
- Contracturas musculares recidivantes.
- Tendencia a roturas fibrilares no justificadas con el ejercicio realizado.
- Dolores articulares.
- Síntomas fibromiálgicos.
- Fascitis plantar del calcáneo.
- Dolor por presión en diferentes partes del cuerpo, debido a la retención de líquidos: brazos, piernas y glúteos estando sentados.
- Edemas en el tercio inferior de miembros inferiores.
- Dolor en las fosas ilíacas.
- Resistencia y dolor a la presión en disco L5-S1.
- Disregulación de los esfínteres anal y vesical.
- Abortos de repetición de causas no filiadas
- Esterilidad no filiada.
- Alopecias.
- Dermatitis crónica.
- Urticaria crónica.
- Hiper o hipotermia de mucho tiempo de evolución, debido a que la histamina tiene acción sobre el centro regulador de la temperatura y puede alterar su función.
- Sudoración nocturna.
- Taquicardias de las que no se encuentra la causa y que puede ser debidas a disregulación en los electrolitos y/o neurotransmisores.
- Insomnio.
- Piernas inquietas.
- Cansancio crónico que es más intenso por la mañana, que mejora durante el día y que agrava después de comer.
Cualquiera de estos síntomas aislados puede tener otra causa, pero cuando se presentan varios de ellos juntos en la misma persona, es muy probable que se trate de una Histaminosis Alimentaria No Alérgica o Síndrome de HANA.
LA PRIMERA SOSPECHA DE HISTAMINOSIS ES CUANDO VEMOS UN PACIENTE CON VARIOS DE LOS SINTOMAS ANTERIORES.
También afianza este diagnóstico si el enfermo empeora en situaciones de estrés o si el enfermo es alérgico a alérgenos respiratorios y los síntomas anteriores se reagudizan durante las crisis alérgicas, debido a una mayor presencia de histamina.
Hay grupos de síntomas que siempre vienen asociados como la sequedad de piel, los síntomas digestivos y la resistencia y dolor a la presión, en el final de la columna vertebral, probablemente por deshidratación del disco vertebral L5-S1.
El enfermo puede estar más preocupado por un síntoma determinado, pero si en la historia clínica observamos que presenta varios de los síntomas anteriores nos hace sospechar que está afectado de una Histaminosis.
DIAGNÓSTICO: Test de Liberación de Histamina
El objetivo es diagnosticar si el paciente presenta un cuadro clínico compatible con el síndrome de HANA. Para ello nos basamos en la historia clínica, en los síntomas que el paciente refiere, y en otros síntomas que el médico debe buscar y detectar durante la consulta. A continuación, realizamos el análisis de sangre llamado Test de Liberación de Histamina, con el que se confirma la sospecha de Histaminosis.
Es curioso las muestras de agradecimiento de los pacientes cuando por fin un médico entiende, y le explica, la relación que existe entre todos sus síntomas y que no le deje entrever que lo suyo es psicológico o consecuencia del estrés.
Como referíamos antes, el diagnóstico definitivo de Histaminosis se realiza haciendo un Test de Liberación de Histamina de tercera generación con una pequeña muestra de sangre del paciente, sobre 12 alimentos básicos:
- Leche
- Yema de huevo
- Clara de huevo
- Ternera
- Cerdo
- Pollo
- Trigo
- Pescado azul
- Pescado blanco
- Soja
- Maíz
- Arroz
Con este estudio básico es suficiente para el 90 % de las personas. La mayoría de las personas dan positivo a algunos de estos alimentos, que justifican la Histaminosis.
Si hay diarrea habitual es aconsejable analizar el anticuerpo anti gliadina o anti transglutaminasa, para valorar una posible celiaquía.
TRATAMIENTO: Dieta y tratamiento personalizado
Consiste básicamente en una dieta terapéutica y el tratamiento médico que se consideren necesarios para cada paciente.
Antes de un mes y medio de estar haciendo la dieta y el tratamiento, se han de observar cambios favorables en los síntomas, sobre todo a nivel digestivo, aunque en algunos casos hay también cambios espectaculares en otros síntomas. Si al cabo de 1,5 meses no hubiese ninguna evolución, hay que plantearse si el paciente no está haciendo bien la dieta o si es necesario realizar algún análisis complementario. El 80% de los casos suele ir bien, aunque más del 90% de los que no mejoran es porque no hacen bien la dieta, o porque tienen un consumo de fármacos químicos excesivo, o mantienen un nivel de estrés muy alto.
Si el enfermo va evolucionando bien, hasta los seis meses o más, no es necesario repetir de nuevo el análisis, pero eso depende de cada caso.
Inicialmente la dieta ha de ser muy estricta, para que bajen los niveles de histamina y que mejore rápidamente de los síntomas, luego se va suavizando siempre que no se observen retrocesos.
Las consultas médicas son largas, sin prisas, para poder informar bien, y que el paciente comprenda su situación y el beneficio que para su salud supone realizar cambios concretos en su alimentación. Es importante contar con la implicación consciente del paciente en su tratamiento. Le debe quedar claro qué es una Histaminosis y cómo se genera, y que la línea de actuación consiste en quitar los alimentos que inducen al organismo a liberar histamina en exceso. Si la dieta no se hace bien es más difícil encontrar mejoría.
Además de tratar de mejorar, lo más rápido posible, los síntomas que el paciente padece, recomendamos realizar un tratamiento de Drenaje, de limpieza interna de las toxinas procedentes de la alimentación y de los medicamentos químicos. Esto junto con algunos complementos dietéticos tipo Probióticos, aminoácidos, aceites insaturados, algunas vitaminas, etc., que aceleren el proceso de mejoría del paciente, sin olvidar que en el tratamiento de este síndrome lo fundamental es la dieta.
HISTAMINOSIS Y ENFERMEDADES AUTOINMUNES: Reacciones cruzadas
Hay casos de enfermedades autoinmunes desencadenadas por reacciones cruzadas.
La hipótesis causal es que la proteína antigénica del alimento, la que desencadena la liberación patológica de histamina, es parecida a alguna proteína de un órgano. El sistema inmune “confunde” la proteína del órgano con la del alimento al que es sensible, y puede reaccionar contra ese órgano desencadenando la enfermedad autoinmune.
Hay que sospechar esto en pacientes con enfermedades autoinmunes que presenten varios síntomas de Histaminosis.