Dr. Abelardo Roldán - Director médico de ROYMA SALUD S.L.P.     |     Av. Monte Olivar, 69  28660 Boadilla del Monte     |     Tf: 916 320 536 y 696 498 800

Homeospagyria o Yatromathesis

La Medicina Tradicional de Occidente

Codificada y actualizada por el Dr. Juan Carlos Avilés, la Yatromatesis es el término con el que conocemos hoy la Medicina Tradicional de Occidente. Plantea una filosofía propia sobre la naturaleza del hombre y su entorno, la manera de enfermar y sobre todo la forma de tratarse para recuperar la salud, en la medida de lo posible, de forma armónica y sin efectos secundarios.

El laboratorio farmacéutico Heliosar nos ofrece una serie de complementos, que han sido formulados por el Dr. Avilés. Estos se pueden combinar entre sí, para poder abordar el tratamiento de los diferentes trastornos. Su forma de elaboración se llama Homeospagyria, y entronca con la Tradición de Occidente que heredamos de Hipócrates y Paracelso. Se tratan de Complementos Alimenticios que ayudan al organismo a recuperar el tono vital necesario para propiciar la sanación.

Como decíamos antes, consideramos que la enfermedad surge cuando se debilita la “fuerza natural sanadora” que existe en nuestro organismo, bien a nivel general o bien en alguna función u órgano concreto. Tanto física como psíquica.

A partir de aquí disponemos de dos opciones:

  • La medicina convencional con sus tratamientos químicos, que sustituyen las funciones naturales que “están fallando” en nuestro organismo. Son todos los medicamentos “anti”: antihistamínicos, antidepresivos, antibióticos, antinflamatorios, etc.
  • El enfoque tradicional, como la Homeospagyria, que en vez de sustituir esa función, lo que hace es “nutrirla”, para que sea efectiva en su reactividad, recuperando su tono vital y propiciando la salud.

Estos complementos de Homeospagyria están elaborados con plantas medicinales, sales minerales y vitaminas  que tienen biotropismo sobre los órganos o funciones que queremos tratar. Biotropismo quiere decir que los componentes de cada complemento, cuando se toman, se dirigen específicamente al órgano que queremos tratar. El del hígado está elaborado con sustancias que se dirigen y actúan en el hígado y la vesícula biliar, el remedio para el corazón está elaborado con sustancias que se dirigen y actúan en el corazón y en las arterias, y así sucesivamente. Nutriéndolos.

Esto permite utilizar dosis muy pequeñas, exentas de efectos secundarios indeseables. Las más usadas son del orden de cienmilésima o diezmilésima de gramo. Son dosis muy bajas pero semejantes a las concentraciones, en nuestros órganos y células, de ciertas sustancias muy activas como son las hormonas, las enzimas y otras moléculas de las que depende el funcionamiento de nuestro organismo.

Existe en la Naturaleza una ley de semejanza o analogía, que dice que “las cosas semejantes se atraen”. Es como si el órgano en cuestión y el extracto de una planta o una sal mineral se atrajeran. Así vemos que la mayor parte del calcio que tomamos va a los huesos y músculos, el iodo va al tiroides, las plantas con sabor amargo van al hígado y vías biliares, etc.

Otro pilar fundamental de la Yatromatesis es lo concerniente a la elaboración del remedio. Toda planta medicinal es potencialmente tóxica. Para evitar su toxicidad los remedios se elaboran siguiendo las pautas de la Homeospagyria, de forma que en el proceso de elaboración se depuren de todo aquello que pudiera ser tóxico.

Se realiza un proceso similar al proceso de la digestión de los alimentos. Cuando comemos un plato de comida estamos comiendo al mismo tiempo sustancias nutrientes y beneficiosas, junto con otras sustancias que deben ser desechadas porque no son útiles, o incluso podrían ser dañinas para el organismo. A través de la digestión, por la acción de los jugos gástricos, pancreáticos y biliares, se digieren los alimentos rompiendo las grandes moléculas en elementos simples que pueden ser asimilados y que el organismo reconoce como útiles, desechando a través de las heces, todo lo que el organismo considera que no es útil. Las moléculas de un filete de carne de pollo o de ternera no serían útiles, para el organismo humano, en estado natural, deben ser digeridas y fragmentadas en sus componentes básicos: los aminoácidos. Estos sí se reconocen como nutrientes y con ellos se pueden elaborar nuestras propias proteínas humanas. En cambio, si las proteínas del pollo llegaran al interior de nuestro organismos tal cuales, producirían una reacción de rechazo con nefastas consecuencias para nuestra salud.

Así, a través del proceso Homeoespagyrico de elaboración de los complementos, estos son depurados, y sus grandes moléculas son fragmentadas en elementos más simples que el organismo asimila y reconoce como útiles, no resultando dañinos.

Estos principios activos simples, una vez que se ingieren y debido a su biotropismo nutren los órganos. Estos pueden recuperar su tono vital y poner en marcha las funciones de reequilibrio y sanación.