Los microorganismos que viven en el aparato digestivo pesan aproximadamente 1 kilo, según calculan los expertos.
Nuestro aparato digestivo está colonizado por una inmensa cantidad de microorganismos, que viven en nuestro cuerpo en una relación de simbiosis, o sea que realizan una serie de funciones fundamentales para nuestra salud.
Son responsables de una parte de la digestión de los alimentos, de la formación y asimilación de vitaminas y nutrientes. Permiten una buena lubrificación y correcta permeabilidad de la barrera mucosa del intestino. Y además juegan un rol fundamental en la modulación y eficacia del sistema inmunitario de defensas.
Se han detectado diferentes tipos de microorganismos: Echerichia Coli, Lactobacilos, Bifidobacterias, Enterococus, Psudomonas, Akkermansias, entre otras. La proporción de estos microorganismos es específica de cada uno, es como la huella digital.
El “equilibrio ecológico” de este microsistema se puede ver alterado por:
- una dieta incorrecta, demasiado rica en carne, harinas y azucares refinados y pobre en fibra.
- por la presencia, en nuestros alimentos, de antibióticos, fertilizantes químicos, pesticidas, hormonas, etc.
- por el abuso indiscriminado de antibióticos, en los tratamientos médicos.
Cuando la flora intestinal se altera o se destruye, el intestino puede ser colonizado por otros microorganismos que no son beneficiosos o que pueden ser decididamente patógenos, como otras bacterias, hongos en general y la Cándida Albicans en particular.
Los síntomas que generan pueden ser digestivos:
- hinchazón abdominal, excesos de gases, alteraciones digestivas como estreñimiento o diarrea, halitosis, etc.
- puede alterarse la permeabilidad de la barrera mucosa del intestino y favorecer que entren o salgan sustancias que no debieran.
- puede favorecer infecciones por Echerichia Coli, Cándidas u otros microorganismos, en otras zonas del cuerpo, como el aparato urinario, el aparato genital femenino, la boca o faringe, etc.
- Y también alteran el equilibrio del sistema inmune. Si al aparato digestivo llegan microorganismos inadecuados, generan un “estrés biológico en el sistema inmunitario” que puede tener como consecuencia:
- una depresión del sistema inmune que favorezca las infecciones en general,
- una hipersensibilidad e hiperreactividad que favorezca las alergias, y
- una autoagresión que desencadene una enfermedad autoinmune.
Para mantener una flora intestinal adecuada, recomendamos:
- una dieta equilibrada de tipo dieta mediterranea,
- la ingesta de alimentos ricos en fibra,
- que sean lo más naturales y ecológicos posibles, sin antibióticos, pesticidas ni hormonas,
- evitar las harinas y azucares refinados,
- tomar prebióticos y probióticos al menos dos veces al año, cuando llega la primavera y el otoño.
- y nutrir las defensas con productos naturales y de Homeospagyria, evitando, en lo posible, el consumo de antibióticos.
También disponemos, y ofrecemos a nuestros pacientes, un tratamiento personalizado consistente en la realización de un análisis de una muestra de heces, para saber qué microorganismos hay en el intestino de un persona, y a partir de ahí poder hacer un tratamiento personalizado con el fin de favorecer el equilibrio y funcionamiento correcto del intestino, así como mejorar la influencia que el intestino tiene en la salud en general.